Héctor Timerman, canciller de la Argentina , en 1975 dirigió el diario La Tarde , impulsor del gobierno de los genocidas. Hoy es pieza clave para ocultar y desviar las investigaciones sobre los servicios secretos israelitas responsables de las voladuras del AMIA y de la embajada. El canciller fue enquistado en el corazón del Estado con el aval del imperialismo yanqui y el sionismo, para hacer pasar la política antiterrorista que prepara negocios internacionales.
El sujeto se constituyó ahora en defensor ad hoc de Montoneros en la causa del asesinato en 1974 del sacerdote católico apostólico y romano Carlos Múgica. Si los muertos como se dice reciben las malas noticias revolviéndose en su sepultura, tal vez los restos mortales de Múgica no tengan descanso.