¿quiénes somos?



JORGE ALTAMIRA
Política Obrera se funda, en primer lugar, asumiéndose como continuidad histórica del leninismo y el trotskismo, en los términos del Programa de Transición, de los 4 primeros congresos de la Internacional, del Manifiesto Comunista. Una continuidad donde no pretendemos más que desenvolver esa teoría del movimiento obrero y sus grandes conquistas anteriores.
En segundo lugar plantea una delimitación del nacionalismo burgués y del peronismo, la tarea de construir el partido en la Argentina indisolublemente ligada a la lucha por la independencia política de la clase obrera. La denuncia del nacionalismo burgués como aquel que al dominar al proletariado lo volcaba a la defensa del estado burgués y por lo tanto esa tarea era la divisoria de aguas con la izquierda no revolucionaria.
Otro fundamento de PO era, no limitarnos a un grupo de propaganda, sino destacar la necesidad de que un partido, aún pequeño, tuviera una acción práctica en el seno del movimiento obrero, y así nacen una serie de viejos folletos sobre el retorno de Perón y la acción de salida a activar en el movimiento obrero, que se completa luego con las tesis de proletarización que llevan al partido abiertamente a su inserción en la clase obrera, organizar a los obreros y no simplemente orientarlos en términos genéricos.
En el tema del partido en la actualidad, tenemos que retomar la tesis 31, que parte de la idea fundamental de que la lucha política es una lucha de partido, más aún la lucha por el poder, y la revolución social en general, y más aún la proletaria, es un fenómeno histórico y no puede ser emprendida sin una conciencia de ese carácter, lo que se traduce en un programa. Puede haber motines, rebeliones, los hay con extraordinaria frecuencia, pero una revolución que sea capaz de poner fin a la dominación es imposible sin un programa y sin una organización. Hoy más que nunca, el problema de la construcción del partido esta ligado a una estrategia política, a una caracterización de la época, a una caracterización de la etapa.
NÉSTOR PITROLA
Llevar adelante la revolución y destruir el capitalismo, para crear las premisas de un desarrollo social, este es el punto que una vez más señala el problema del partido como un problema crucial de la época contemporánea. Estas tesis van a ir más allá señalando que el tema del partido es prácticamente la divisoria de aguas y último terreno en el cual se concentra la resistencia a un desarrollo revolucionario. Allí se va a plantear que la lucha contra la idea de construir un partido y contra el partido mismo es el recurso último del capital que en esta lucha se manifiesta por medio de la pequeña burguesía democratizante o a lo sumo socializante.
A igual título que la colaboración de clases en general, y el frente popular en particular, el “movimiento” es un recurso último del capital contra la revolución proletaria. Estamos recogiendo una historia de 160 años desde que el manifiesto comunista señala, que las ideas que queremos desenvolver sólo se pueden hacer a partir de la acción práctica organizada y sincronizada como partido. Ese fue el punto de partida de las tesis de Marx: si el no se acercaba a los obreros, todo lo que había descubierto se lo llevaba a la tumba, mientras si el quería cambiar el mundo necesitaba un instrumento, una organización, participar, crearla y, hasta cierto punto la historia del movimiento obrero en estos 160 años es la historia de las dificultades, las virtudes y lo que fuimos recogiendo en la construcción del partido que, es la materialización de ese programa.
Marx también sostiene que las ideas no son la fuerza material, pero lo son en la medida que encarnan en quienes constituyen la organización. En la medida que esas ideas encarnan en la organización se transforman en una fuerza material.
VANINA BIASI y LAURA KOHN
Este problema del “movimiento” no es simplemente un debate local, referido a problemas de la izquierda argentina que tiene tales o cuales defectos. Surge en la época de florecimiento del movimiento anti-globalización, el momento de los Foros de Porto Alegre, Foro Social y otros, que expresan la acción de la pequeña burguesía democratizante para impedir que el movimiento obrero o la clase obrera tengan un partido independiente y puedan enfrentar con la estrategia de la dictadura del proletariado a la burguesía.
¿Con que método proponemos reconstruir la Cuarta? Con el método que planteó el PO en Génova en 1999: marcar aquellos aspectos que nos resultaban esenciales a la luz de la característica de la crisis contemporánea y los desafíos que el partido tenía que resolver en esa crisis:
-Contra el frente popular
-Por la dictadura del proletariado
-Partidos de combate
-Por la Cuarta Internacional
El problema es, que con el abandono de estas posturas, con el argumento de que han sido prostituidas por el stalinismo, se produce el abandono del ciclo histórico abierto por la Revolución Rusa. La izquierda oportunista considera, abierta o indirectamente, que ese ciclo ha concluido, el PO dice que el ciclo abierto por la Revolución Rusa está vigente y que la tarea inconclusa de la dictadura del proletariado como herramienta para la transformación social es la clave y la naturaleza del partido, que tiene que acompañar esa estrategia política.
(El PTS sostiene que la asimilación del socialismo por la clase obrera por vía externa sólo es válida en etapas de retroceso; en etapas de alza, las masas llegarían por sí solas a las conclusiones socialistas, lo que lleva a disolver el rol del partido y a replantear una variante de espontaneísmo, negando que quien eleva en términos socialistas la experiencia cotidiana de la clase es el partido y no su experiencia cotidiana. En la versión PTS, la conciencia socialista llegaría vía los soviets, siendo que éstos surgen como parte de una experiencia asimilable a la de las coordinadoras o asambleas populares como una experiencia general de la clase, una experiencia general que aún llegando a niveles importantes de lucha, no pueden culminar en un resultado revolucionario si un partido no desenvuelve el programa socialista)
MARCELO RAMAL
Nuestra metodología en el Seminario de la Izquierda 2006 tendía a delimitar la lucha por un partido, en oposición a la defensa del partido parlamentario, de un partido de tendencias que reproduce en su seno los mecanismos parlamentarios que al mismo tiempo son los mecanismos de separación de la base de la dirección de la manipulación, y que al mismo tiempo, se vincula con este propio debate actual con el PSOL, entendido como un intento de presentar un modelo de un partido que esta formado por una cantidad de funcionarios y burócratas que se han retirado del PT y que pretenden dirigir el partido, no reflejan ningún proceso de homogeneidad y constituyen la negación de la concepción bolchevique de partido.
Enfrentamos y rebatimos el concepto de socialismo con democracia o los planteos según los cuales las masas se autodeterminan, negando el rol de la lucha de las clases de los partidos en su seno: la autodeterminación de los soviets puede llevarlos al campo de la burguesía sino interviene un partido (recordar el ejemplo de Trotsky señalando que la insurrección en Rusia no fue votada por el congreso de los soviets, el congreso de los soviets votó luego su aval, pero la decisión la tomó el Comité Central, a través de su rol en el Comité Militar de los soviets, y presentó el hecho consumado de la toma del poder).