Los vecinos que iniciaron el juicio contra el Estado y 12 municipios, reclamaban contra la insalubridad en que vivían por la contaminación y los enormes perjuicios que la polución había causado sobre la fauna y flora, incluyendo a quienes viven en Inflamable desde hace 90 años y padecen saturnismo, enfermedades de piel y deficiencias respiratorias.
Por lógica se esperaba que con estos reclamos ante la justicia, cuando el supremo tribunal fallara otorgaría a todos los habitantes un tratamiento médico por sobrevivir durante décadas a semejante barbarie donde los capitalistas volcaron constantemente residuos en los espejos de agua (Riachuelo y arroyos), envenenaron el aire con la suelta de gases, contaminaron la tierra con la acumulación de basura sin ningún tratamiento y tiraron materia fecal en los espejos de agua por no hacer cloacas.