El intendente Díaz Pérez se ha apresurado en
posicionarse en el bando de Cristina Kirchner ante la crisis interna del
oficialismo, que no es más que una pelea entre ajustadores.
Frente a la crisis fiscal nacional y
provincial, el intendente no plantea una solución a las necesidades que tienen
los trabajadores y los vecinos, sino que subordina esas necesidades a una
variante ajustadora, la del gobierno Nacional.
Díaz Pérez viene siguiendo la línea de
ajuste en regla que aplica el gobierno nacional y provincial (con el voto en
bloque de oficialistas y opositores en el Consejo), y esto está demostrado en el
abandono del famoso plan de urbanización y cloacas de Villa Jardín y la casi
total paralización de la obra pública en el municipio, que recrudecen las
necesidades habitacionales de nuestra ciudad. También lo vemos en el aumento del
24% en cuotas (que anualizado es menor al 20%) a los trabajadores municipales,
en el incremento del 30% en la TSG (ex ABL) y en la imposición de un monto de
$30 en concepto de “Seguridad Ciudadana”.
En contraste al abandono de plan de
viviendas, el ejecutivo local acaba de anunciar con bombos y platillos un
mega-emprendimiento inmobiliario en Valentín Alsina con una inversión privada de
1500 millones de pesos donde intervienen una empresa amiga de los Kirchner
(Electroingeniería), el Banco Provincia y la Gestión Municipal. Esta es toda una
definición política del ejecutivo municipal.
La guerra en el oficialismo se materializó,
con la ayuda de la verborragia del Intendente, en una ruptura en el seno del
bloque en el Honorable Consejo Deliberante; los concejales Torlaschi del FPV y
Deibe, un ex Pro que le vota todo a Darío, salieron rápidamente a pedirle que dé
explicaciones en el Consejo e incluso dejaron deslizar la posibilidad de exigir
el juicio político.
La disgregación del bloque oficialista es la
expresión, en el municipio, de la crisis política y fiscal de Cristina y Scioli,
y muestra las contradicciones que tiene este régimen de camarillas para
emprender la próxima etapa del ajuste.
Desde El Partido Obrero rechazamos la
Emergencia Económica que quiere aplicar el Gobernador Scioli y la Intervención
de la Provincia de Buenos Aires por parte de la Presidenta Cristina Kirchner, ya
que ambos caminos conducen al ajuste. Lo que necesitamos es un plan de obra
pública financiado con impuestos progresivos a los capitales que operan en el
distrito, bajo control de los trabajadores y vecinos. Solo así se pueden
garantizar la vivienda digna y las condiciones de vida de los trabajadores y
vecinos de Lanús.
PARTIDO OBRERO LANUS
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