Como compañero de “Charly” en Lanús durante los últimos 10 años, puedo dar testimonio de quien era y porque, habiendo fallecido el jueves 8 de diciembre, en forma prematura e inesperada, fue visitado en su velatorio, por decenas y decenas de compañeros de Zona Sur y Capital y en su sepelio había alrededor de 150 personas despidiéndolo.
El ya era un probado militante del partido cuando me incorporé en el 2001. En ese entonces, era el responsable del círculo de Villa Jardín y además participaba en el Polo y con los compañeros de ese barrio.
Demás está hablar de su participación en todas y cada una de las actividades en que lo requirió el partido y de su propia iniciativa, también. Siempre en primera fila, siempre explicando y vuelta a explicar a los compañeros, la importancia política en cada una de las actividades, como si fuera un comisario político en el frente de batalla, aunque sólo se tratara de una movilización.
Nunca una tarea fue demasiado grande ni demasiado pequeña. Todo ayudaba a acercarnos al día de nuestra liberación.
Participó como candidato en cada una de las listas electorales de Lanús. Fue entrevistado por las radios locales, tanto en los conflictos que participó, como en las respectivas elecciones.
A esa determinación militante, a ese compromiso incorruptible, se le asociaba una personalidad cálida, llana, accesible y paciente.
En síntesis, el ejemplo de militante que queremos que nutra al partido, conciente, comprometido, tolerante con sus compañeros, docente si es necesario y afectuoso ante todo, pero con convicciones irrenunciables.
En los últimos tiempos, fue el responsable del Polo de Lanús. Los compañeros que lucharon, codo a codo, en las cooperativas, en el municipio, en las movilizaciones, y que masivamenrte se acercaron a su velatorio y al sepelio, no se cansaron de comentar sobre estos rasgos de su personalidad.
Hace unos 4 meses, ante el diagnóstico de su enfermedad, agregó una nueva lucha por recuperar su salud, algunos de cuyos episodios lo acompañé. Debió lidiar también con su Obra Social para que cubrieran todos sus estudios y la cirugía.
Sea por sus convicciones, sea como una terapia, continuó su militancia con la misma intensidad, a pesar de la posibilidad de poder tomarse una licencia.
Para demostrar de que fibra estaba construido, vale una de sus últimas anécdotas: ante las dudas de su esposa sobre la necesidad de la operación y al riesgo de muerte que la misma conllevaba, le contestó: “No te preocupes, flaca, no me voy a morir, aún tengo muchas tareas pendientes que me esperan “.
Y nosotros te decimos, Charly, que seguís vivo para acompañarnos a completar todas las tareas pendientes que tenemos por delante. Sabés que sos uno de esos tipos que son irremplazables aunque obligatoriamente alguien tenga que ocupar tu puesto en el Comité y en la Regional. Por eso es necesario que estés con nosotros en primera fila, como siempre en tu espíritu y ejemplo, hasta el día de la Victoria Final.
Hasta la Victoria Siempre , Charly
LEO
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