lunes, 28 de marzo de 2011

Los pluralistas de la Ley de Medios monopolizan la universidad


De esta manera Oscar Tangelson, Director del Departamento de Desarrollo Productivo y Tecnológico, le negaba la asignación de un aula a la agrupación Estudiantes de Turismo en Acción integrada por la UJS-PARTIDO OBRERO y estudiantes independientes.

El pedido formulado por Agustina Cañete como representante de este agrupamiento tenía como fin la realización de una charla pública donde se realizaría la presentación de una publicación del Partido Obrero referente al asesinato de nuestro compañero Mariano Ferreyra.

Al referirse Tangelson a la negativa de conceder aulas a “alumnos en términos  individuales” empieza por ignorar que la formulación del pedido  (por escrito) se hace a través de la agrupación mencionada cuya representante es si un individuo, como toda persona.  Por lo
que debemos considerar que, el mismo, se dirige a la agrupación como una manifestación parcial de intereses individuales y no como lo que en verdad es; la suma de voluntades individuales en pos de un interés común.


Pero a Tangelson no le importa nada de esto. Para él el derecho de acceder a la utilización de los espacios públicos solo le corresponde a quienes se erijan como autoridad o institución. Desconociendo que el proceso de conformación institucional implica la coexistencia de voluntades agrupadas (o agrupaciones) que se presentan como candidatos a ocupar los espacios institucionales o  “centros de estudiantes formalmente constituidos”. Y esto empeora cuando observamos que en la carrera de Turismo (desde donde parte el pedido) no existe centro de estudiante alguno.

En definitiva para Tangelson los estudiantes de Turismo no merecen tener voz ni ser pasibles de los mismos derechos de los que gozan las autoridades universitarias. Ni pueden dotarse de medios para constituir sus propias organizaciones. Y si estas  existieran les negaría la oportunidad del disenso a quienes no se contituyan como dirección o gestión de tal organismo.

Pero a esta altura uno debiera preguntarse ¿Qué autoridad tiene Oscar Tangelson para ceder o negar los espacios de la universidad? En principio NINGUNA.

La secretaria académica de la universidad es quien debe encargarse de este tipo de asignaciones. Pero cada vez que las agrupaciones estudiantiles nos dirigimos a la misma se nos pide como requisito el aval del correspondiente director de carrera o departamental. Este aval, que no figura en los estatutos, funciona como un filtro político de las autoridades para obstaculizar el funcionamiento y la conformación de agrupamientos estudiantiles al margen de las autoridades universitarias. Es así que la vida política en la universidad intenta ser regulada por el ánimo (eso sí, individual) de tal o cual personaje de la gestión cuyo sesgo político no es difícil adivinar.

La utilización de los espacios universitarios disponibles es un derecho democrático esencial para el funcionamiento de la vida política universitaria y debe ser apartada de todo filtro institucional o político.
La tarea de las autoridades universitarias, cuya actual gestión impulsa este monopolio de los espacios, es garantizar el acceso de todos los estudiantes y agrupaciones a este derecho esencial.

NO AL FILTRO POLÍTICO

ASIGNACIÓN DE AULAS Y ESPACIOS A TRAVÉS DE LA SECRETARIA  ACADÉMICA SIN MEDIACIONES

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